martes

MERCADO DE GROS + HOTEL DE FUENTES DE EBRO


El campo de interés de la artista no se limita a los descampados y solares, sino que incorpora edificios enteros como el caso del Mercado de Gros en San Sebastián o de la Estación de tren abandonada de Fuentes de Ebro en Zaragoza, edificios en el limbo de la desaparición, en cuyos proyectos, ambos efímeros, trabaja sobre lo perdido, ante lo inevitable como es el caso del mercado, ante todo como la realización de una actitud, en la que la artista se esmera en la restauración de un edificio que sabe será destruido en un mes. Sobre esta acción de restaurar lo que desaparece la artista comenta:



Restaurando el Mercado de Gros unos días antes de su demolición, Mercado de Gros, San Sebastián, 1995


“Me invitaron a participar en una exposición en un mercado que iba a ser demolido. Era un edificio estupendo de los años 30, con esquinas curvas y un alero que sobresalía un metro, pero además todavía funcionaba como mercado. Parecía increíble que toda la vida de barrio que supone un mercado fuera a desaparecer en un mes y que, encima tuviera que aprovecharme de ello haciendo una exposición. Para llamar la atención sobre la calidad del edificio y los problemas en torno a el, decidí restaurarlo. Sabía que no tendría tiempo para hacer una restauración completa, pero estar un mes en el andamio, intentándolo, al menos serviría para mostrar una actitud”.

Ante lo irremediable de las circunstancias Almarcegui obra de manera que su gesto manifiesta una posición contraria, de querer cambiar las condiciones escenificando la imposibilidad de hacerlo, cuestionando con ello directamente esa lógica imperante de tabula rasa que afectan a estos edificios.


Hotel de Fuentes de Ebro, Estación de tren de Fuentes de Ebro, Zaragoza, 1997


En el caso de la Estación de tren de Fuentes de Ebro, abandonada durante veinte años, la operación realizada por la artista consistió en habilitar este espacio y hacerlo funcional convirtiéndolo por una semana en un hotel gratuito, es decir en un espacio de paso y de encuentro, cuya gratuidad asegura su independencia del dinero como sistema que rige las relaciones públicas, acentuando la idea de la comunidad del espacio como un modelo de apropiación posible, que conquista un lugar pasajero de reflexión y libertad, que asimismo actúa valorizando el edificio llamando a la atención sobre él como lugar de una actividad colectiva. En cuanto a esta operación cuenta la artista:

“Decidí hacer un proyecto con Begoña Movellán en una estación de tren abandonada de Aragón. Fuentes de Ebro es un pueblo atravesado por la nacional que no tiene mucho que ofrecer, demasiado cerca de la ciudad como para ser de interés turístico. Pensé que pasar una semana allí seria una forma de tener una fuerte experiencia con un lugar. Abrimos la estación de tren que llevaba veinte años abandonada y la convertimos en un hotel gratuito durante una semana. El Hotel se llenó y, terminado el proyecto, los habitantes de Fuentes de Ebro querían quedarse con el edificio para que siguiera funcionando como punto de encuentro”





No hay comentarios.:

Publicar un comentario