ESTUDIOS SOBRE LA FELICIDAD
Entre 1979 y 1982 Alfredo Jaar realizó una serie de
intervenciones en Santiago de Chile, agrupadas bajo el rótulo Estudios sobre la
Felicidad. En ellas se formulaba la pregunta "¿Es usted feliz?". Su
obra apelaba directamente al espectador más allá de una contemplación: lo
provocaba a un trabajo intelectual, a responder, como manera de "formación
de conciencia". La operación de Jaar en aquellas intervenciones apelaba
necesariamente a una comparación: ser feliz respecto de qué o de quién. En el
trasfondo dictatorial de esos años, esta pregunta aparentemente extemporánea
adquiría connotaciones que hoy se perciben con total claridad.
LA NUBE
En el año 2000, Alfredo Jaar (Santiago de Chile,1956), arquitecto, artista multifacético, y director de cine, desarrolla su proyecto-acción "La Nube". Una nube formada por 3000 globos blancos llenos de helio. Un globo por cada persona muerta en la década anterior, en cualquier tipo de circunstancia, al intentar cruzar la frontera entre México y los Estados Unidos. Lo explica así:
"En visitas repetidas al área y en numerosas entrevistas y discusiones con activistas que trabajaban a ambos lados de la frontera, descubrí una situación intolerable y una tragedia inaceptable: la gente del siglo XXI todavía muere simplemente tratando de cruzar una frontera entre dos países.
Creé La Nube como un monumento efímero en memoria de los que perdieron sus vidas tratando de cruzar la frontera. La Nube duró 45 minutos durante los cuales ofrecimos un espacio y un tiempo para el luto. Durante ese tiempo, hubo música interpretada a ambos lados de la frontera, uniendo simbólicamente la tierra dividida y la gente. Fueron leídas poesías, y fue observado un momento de silencio. Luego los globos fueron liberados.
Contrariamente a las condiciones de viento normales, esa mañana el viento tornó con un giro inesperado y empujó los globos hacia México. Catalina Enríquez, Félix Zavala, Guadalupe Romero, Trinidad Santiago, Aureliano Cabrera...y todos los demás volvieron a casa."
La ceremonia se llevó a cabo en el Valle del Matador, en Tijuana-San Diego, en uno de los bordes fronterizos más representativos entre México y los Estados Unidos, separados únicamente por una vía de alta velocidad, y cientos de kilómetros de muro metálico y alambradas.
LIGHTS IN THE CITY, Alfredo Jaar
Lights in the City (1999), se llevó a cabo en la ciudad de Montreal y constó de aproximadamente 100.000 watts de luces rojas instaladas dentro de la cúpula de un edificio emblemático de la ciudad, las cuales se encendían cuando un botón era activado. El efecto de las luces rojas vibrantes, iluminando la “Copula of the Marche Bonsecours” (como se conoce al edificio) fue impactante y podían ser vistas en todo Montreal. Esa era precisamente la idea: captar la atención de los habitantes de la ciudad. Porque… ¿dónde estaban instalados esos botones? En refugios y albergues de gente sin techo que cada vez que ingresaban a algunas de esas áreas podían pulsar los botones disponibles y así encender la famosa Cúpula, como el flash de una cámara, pero sin generar material fotográfico. El objetivo de este proyecto radicaba en permitir que cada individuo sin techo fuese reconocido y legitimado como persona sin ser humillada. Jaar presentó la idea en los refugios y fue aceptada felizmente. Se apreció que no se los expusiera a través de fotografías. Las luces rojas conectadas a los refugios fueron su modo de “señalizar” una situación de desamparo sin exponer aún más a esta gente. Las paradojas resuenan fuerte en la conciencia de Jaar. Porque resulta increíble que una ciudad como Montreal que se encuentra entre las más pudientes de América del Norte tenga un índice altísimo de ‘homeless’. Es históricamente de esa manera y resulta una situación muy difícil de revertir. Vale agregar, que la Cúpula se incendió varias veces a lo largo de su historia. Por ende, esas luces rojas también simbolizan metafóricamente la amenaza de incendio que en su momento significó una tragedia que ahora pareciera ser doble.
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